Un 25 de diciembre de 1996 un grupo de laicos y laicas, radicados en Maracaibo, al occidente de Venezuela, decidió fundar la comunidad misionera laical Buena Nueva.
“Somos un grupos de mujeres y hombres que compartiendo todo lo que somos y tenemos, entregamos la vida con radicalidad evangélica, a la construcción del Reino de Dios”, ejercicio con el que emulan a las primeras comunidades cristianas.
Cada 25 de diciembre hacemos una alianza en la que cada hermano y hermana se compromete con un proyecto en particular. Este momento es acompañado de un símbolo: la cruz pascual latinoamericana, una cruz de colores – muy característica de El Salvador – que representa el triunfo de Cristo sobre la muerte. “Amamos y adoramos al Dios de la Vida”
Cada proyecto que asumen los hermanos y hermanas está vinculado a un “ideal de vida” o documento de convivencia. Así están los misioneros consagrados, que son quienes optaron por vivir en comunidad; están los hermanos de “alianza”, que siguen sus proyectos de vida y viven en sus casas, pero desarrollan trabajo misionero.