Es oportuno preguntarnos ¿qué actitudes, qué acciones, que omisiones no me dejan ser santo (a)?
Pidamos la fuerza del Espíritu Santo para poder llevar aquí en la tierra una vida coherente con los valores del Evangelio, que nos permita alcanzar la salvación y la vida eterna en el cielo.
¿Cómo ser Santos?
Hay dos textos en la Palabra de Dios que nos dan la forma concreta de alcanzar la Santidad:
1. La Parábola del Juicio Final: «Vengan benditos de mi Padre porque tuve hambre y me diste de comer, porque estuve enfermo ……. (Mt 25, 31-46).
2. Las Bienaventuranzas: Bienaventurados los Pobres de Espíritu, bienaventurados los misericordiosos …… (Mt 5, 1 -12).
También podemos preguntarnos cómo vivieron los santos que más admiramos y tratar de seguir su ejemplo.
Ser Buena Nueva es buscar la santidad en las cosas cotidianas, empezando por nuestro hogar, en nuestros lugares de trabajo, en la Iglesia y en la sociedad.
Tengamos muy presentes que para ser Santos no basta rezar, participar en horas santas e ir a misa. El amor es el camino a la santidad.
No nos dejemos seducir por las cosas del mundo (vanidad, egoísmo, ansias del poder, indiferencia ante el dolor ajeno, falta de solidaridad con los mas pobres), y busquemos el Reino de Dios y su Justicia